Crear una figura flotando en un espacio etéreo en el que la mirada fuera el centro de interés, fría e intensa, esta era mi idea, y afortunadamente esta vez se acercó bastante a lo que inicialmente quería.
Limité al máximo el uso del color usando tierra de sombra natural, ocre, azul cielo, junto con negro marfil y blanco. De esta forma me pude centrar mucho más en crear ese espacio en movimiento y jugar con los pequeños matices de color, y acercarme a la mirada.
Este cuadro guarda relación con “Mujer del turbante gris” que también incluyo en esta sección, pero en este último el tratamiento técnico es ligeramente distinto, allí fraccioné el color sin fundirlo con espátula en húmedo sobre seco, y en éste he fundido los tonos al máximo mezclándolos con pincel en húmedo sobre húmedo para lograr el efecto envolvente y difuminado.